Pascua lacaniana
Al terminar el almuerzo, partimos el huevo de Pascua que compré ayer en el autoservicio de la esquina de casa. Era un huevo más bien grande que, al moverlo, delataba que tenía algo dentro. Al partirlo, nuestra sorpresa: en su interior había tres huevos pequeños de chocolate. Imaginé que cada uno de ellos podría tener también huevitos dentro, ya que al moverlos cada uno hacía ruido. Así fue: al partir el primero, tenía dentro otros tantos huevitos diminutos. Mi fantasía no se detuvo allí. Pensé que podría haber dentro de ellos otros, y luego otros, hasta llegar a uno que no tuviera nada. Como el sujeto de Lacan, cubierto por múltiples capas, casi infintas, y en el centro, nada.
1 Comments:
WOW! el nexo que hiciste, increible!
A mi, en cambio, me vino en mente algo màs conocido y màs visto: la imagen de una Mamuschka.
Y, estaba bueno el chocolate?
Publicar un comentario
<< Home