Sudoku
1. No me gusta ir a los hipermercados; prefiero ir al autoservicio de la esquina: un intermedio entre el chusmerío de vecinos y el anonimato. A veces para volver más rápido y aprovechar el sol del jardín en el sábado santo, o jugarme (sanamente) un soduko.
2. Hace tiempo que sé que mi agenda no me sirve demasiado; se me superponen los días, los números y los encuentros. Si el sudoku fuera mi agenda mental, siempre estaría perdiendo.
3. Dicen que el sudoku es famoso en España. Yo sabía que por algo lo jugaba... después de todo, la inmigración de la boludez está intacta. Pero también de mi abuela.
1 Comments:
estaba con mi tìo en la librerìa cùspide del village recoleta. mi tìo es uno de esos que no escatima en gastos. compraba algo sobre san martìn, algo para los nietos, y como 6 ejemplares de sudoku! de distintos grados de dificultad! yo iba paseando, codiciando ediciones, amargandome por todolo que no voy a leer nunca... y mi tìo al irnos, con 2 o 3 bolsas repletas de libros, me regala un sudoku. Ay, ay, ay. Tanto hubiera preferido otra cosa. ni lo empecè.
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