Fiske tiene parte de razón

Aunque parezca un barbarismo, hace un tiempo existen los "comunicólogos", tipos de esos que se dedican a estudiar la comunicación, ese fantasma posmoderno que recorre el mundo y, a veces, lo depedaza en miles de fragmentos; casi siempre con la fantasía intacta de la unicidad, ahora "global".

La cosa es que hay un comunicólogo norteamericano, John Fiske, que afirma que "el texto es un mero pretexto"; es decir, que lo importante son las lecturas y los lectores, y los significados absolutamente libres que ellos le otorgan a los textos, en los cuales el texto termina diluyéndose. Siempre creí más en el jamaiquino Stuart Hall, quien sostiene que en realidad los textos tienen "lecturas preferentes" y que en las lecturas no se le puede dar al texto cualquier significado. En fin...

Vengo dándome cuenta que estoy falsando la teoría que me convencía: la de Hall. Fiske, al menos algunas veces (a veces por la mañana y otras por la tarde) tiene razón. Este texto de mi blog es un mero pretexto, al menos para que C. me deje sus comentarios, que siempre me halagan (como a cualquier escritor de pacotilla lo alegra tener UN lector). Más aún: en gran medida por C. (por quien emepecé a escribir este blog) sigo escribiendo mi blog.