Los 15

Luego de mil inconvenientes, entre ellos se me rompió a último momento la notebook, el video que hice para Sofía duró media hora. Griterío de los pibes, risas, emoción; creo que les encantó. Y un abrazo posterior con Sofi con agradecimientos y nuevas confesiones de cariño. "Yo no soy de llorar, pero se me cayeron algunas lágrimas".

Para mi gusto, demasiada cumbia y bailanta en la fiesta. Ni siquiera Charly. Lejísimos está Pink Floyd, los Stones, Fito, la Bersuit, ni siquiera Callejeros o algo parecido. Con mi hermano nos desquitamos en media hora de viaje hasta su casa con una sesión a todo volumen de Deep Purple. Señal de vejez.

Eso sí: los pibes son espectaculares. Los regalos colectivos hermosos: pasacalles, cuadros con fotos o collages con frases y dibujos, una batucada podedrosa de unos 15 pibes con una sola mujer: Sofi (por cierto). Y no ahorran en palabras y gestos de afecto. Hubo una fiesta paralela: contemplarlos.