Ella
Sin querer, para salir del lugar de la reunión tuve que asomarme a su despacho; pero estaba ella. Sin embargo me detuve y, levantándose de su asiento, ella me dijo:
-Hola, hace un siglo que no te veo!- aunque nos habíamos visto la semana pasada.
-Pensé que no estabas- le dije. Y pasé a saludarla. Y me fui.
Afuera era todo reclamos, carteles, bombos, insultos, piquetes. A veces no entiendo del todo las medidas del tiempo. Ni entiendo la repentina inquietud de una mujer confusa que parece sin rumbo.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home