No son los clandestinos arrojados (y despojados) en los “centros de permanencia temporaria” (que analiza Giorgio Agamben), verdaderas refundaciones de los campos de exterminio nazis. Se trata de adolescentes indisciplinados de familias suizas. Al menos se conoce que esto pasa en Suiza. Como suele ocurrir, cada vez con más frecuencia, los padres (juntos o separados) no saben bien qué hacer con esos chicos.
“Time out” es una novedosa (aunque antigua) “técnica pedagógica” de disciplinamiento de los niños y adolescentes (véase:
http://www.parenting-ed.org/Spanish%20handouts/Discipline/Time%20Out%20As%20A%20Discipline%20Technique.htm). Tiempo de descanso es un método para disciplinar que consiste en poner a los niños en un lugar aburrido por varios minutos cuando su comportamiento no es aceptable. “Time out” significa “no prestarles atención”. Pero como técnica, está recomendada a los padres para con sus hijos, como una pedagogía disciplinaria.
Sin embargo, esta técnica ha llevado a ofertas de disciplina ligadas a novedosas “formas de turismo”, como las de algunas comunidades que organizaciones suizas establecieron cerca de Barcelona. A los chicos que no obedecen las reglas de sus padres, que se portan de manera inaceptable, que tienen conductas peligrosas, se les aplica el “time out”. Los llevan en grupos, lejos de sus casas y sus referencias. Hacen una suerte de campamento secreto e ilegal; los encierran en jaulas individuales, los manguerean allí dentro con agua helada, si no se calman les aplican psicofármacos… Dura el tiempo suficiente para que los niños o adolescentes vuelvan a sus casas disciplinados, por unos cuantos Euros.
A veces pienso cuáles serán los alcances futuros de la sociedad de control. También que la “nuda vida” que relata Agamben, en América Latina no está encerrada en “campos temporarios”, sino diseminada por nuestras sociedades. Y que el “time out”, en nuestras tierras, es cotidiano para algunos pibes que sufren el estigma de la “peligrosidad social”. En ambos casos, en la periferia del mundo crece de manera horrorosa la cantidad de personas despojadas de derechos; los niños y jóvenes pasan a ser in-significantes. Y lo insignificante, puede morir sin que exista culpa ni pena.