Floyd echoes
Estos últimos días han empezado a ser de descanso. De naderías. Retomé una costumbre que, a veces, por la vorágine de los días, dejaba de lado: bajar, escuchar, descubrir, paladear música nueva. Pero también recorrer viejas sonoridades, como quien las "estudia", pero sin las connotaciones racionales que eso tiene. Hacía tiempo quería redescubrir a Pink Floyd (y dejarme redescubrir en él), más allá de los recurrentes e incomparables (al menos para mí) "The dark side of the moon", "The Wall" o "Wish you were here". Entonces, con inmenso placer, me empecé a dedicar a "The Piper at the Gates of Dawn" (1967) y "A Saucerful of Secrets" (1968), ambos de la época de Syd Barrett, y a "More", "Atom Hear Mother", "Meddle" y "Obscured by Clouds", todos anteriores a "The dark side...". Me reencontré con un mundo hecho musicalidad de hace más de 30 años, que aún hoy me conmueve.